Con la llegada del otoño y la bajada de temperaturas como pet parents empezamos a ver que nuestras mascotas también notan el cambio de horas y en caso de Ibiza, el aumento de la humedad. No es de extrañar que nuestras mascotas se resfríen, sobre todo aquellos perros o gatos que viven en el exterior.
¿Cómo sé si mi mascota está constipada?
En primer lugar, si tu mascota está resfriada no te alarmes, es una enfermedad leve que si se trata no tiende a haber complicaciones. Como nosotros, nuestros peluditos necesitan estar calentitos, no mojarse y alimentarse bien para poner en marcha su sistema inmunitario.
Los síntomas principales del catarro en perros y gatos son los estornudos y la tos. También puede aparecer congestión nasal, que veamos sus ojitos llorosos o una pérdida de apetito debido al malestar general. En caso de que sea un resfriado avanzado puede que presente algunas décimas de fiebre. En cualquier caso, es muy importante que pidáis cita al veterinario y le hagan una revisión.
Recomendaciones generales
Mantén el ambiente cálido y seco. Durante el catarro tu mascota está muy sensible a los cambios de temperatura, por lo que es recomendable que mantengáis la temperatura de la casa al mismo nivel en las habitaciones en las que tu perro o gato entre. Si tu mascota está acostumbrada a vivir en exterior es recomendable que entre a casa hasta que se recupere.
Reduce el tiempo de los paseos. Evita realizar largos paseos y no le sometas a esfuerzos. De igual modo, procura no salir en las horas más frías y secale las patitas al llegar a casa.
Animalo a beber agua. Igual que te pasaría a ti, estar hidratado es vital para que no pierda líquidos, principalmente si tiene fiebre.
Evita los contagios. Si tienes más mascotas en casa procura que se relacionen lo mínimo para que no se contagien unos a otros. Cambia con habitualidad el agua del bol y la toalla o manta sobre la que duerma.
Consejos para prevenir el resfriado
Nos encantaría deciros que existe un remedio para evitar que tu mascota se constipe, pero lo que sí os podemos dar es una serie de recomendaciones para reducir las posibilidades:
Cuida de la alimentación de tu mascota. Esto debemos hacerlo todo el año, pero durante los meses de invierno es muy importante que la alimentación de nuestra mascota sea completa y equilibrada. De igual modo, procura que beba agua todos los días.
Comprueba que cumple la pauta de vacunación. Sobre todo si acabas de acoger a tu mascota o todavía es cachorro, la prevención de las enfermedades es siempre la mejor opción.
Facilítarle una zona de descanso cálida y limpia. Ponle una mantita o una camita para gatos o perros para que descanse sobre ella y si vive en exterior una casita o techo donde refugiarse. Igual que a nosotros, estar en contacto con el suelo frío causará una bajada de defensas.
El resfriado suele durar una o dos semanas así que, ten paciencia, dale mucho cariño y sigue el tratamiento que te haya recomendado tu veterinario.