¿Qué es la displasia de cadera?
Displasia de cadera significa desarrollo anormal de ésta. Es una enfermedad que afecta principalmente a perros de raza grande y gigante (San Bernardo, Pastor Alemán, Labrador, Rottweiler, Golden Retriever, Mastín… y mestizos de estas razas), debido a que a estos perros de rápido crecimiento no les da tiempo a fortalecer sus articulaciones y huesos para soportar el peso de su cuerpo, de manera que las articulaciones se deforman o no se forman correctamente. Consecuentemente el «engranaje» funciona mal, es decir que no hay una buena congruencia entre la cadera y el fémur, hecho que produce inestabilidad, inflamación, artrosis y dolor.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas varían según la gravedad de la displasia e incluyen: el perro se sienta raro (con las patas hacia un lado), tiene dificultad para levantarse, subir escaleras, al sofá, al coche.., cojea, da pasos cortos, tiene balanceo de la parte posterior al caminar, cuando corre lo hace como un conejo (moviendo las patas traseras a la vez) , desplaza el peso a las patas delanteras, tiene pérdida de masa muscular en las patas traseras y dolor al manipular la cadera.
¿Cómo puedo saber si mi perro padece displasia?
Para diagnosticar esta enfermedad es necesario realizar una radiografía con el animal anestesiado, para que relaje sus músculos y ligamentos. Generalmente, entre los 6 y 12 meses de edad ya es posible ver si hay o no displasia.
Recomendaciones
- Mantener al animal en un peso adecuado y administrar una alimentación equilibrada y adecuada a la edad del animal: el sobrepeso y una dieta inadecuada son factores que han demostrado que aumentan las posibilidades de padecer la enfermedad. Tan negativa es una alimentación que provoque exceso de peso, como una alimentación con un contenido inapropiado de minerales y una mala proporción de calcio y fósforo. Una alimentación excesivamente energética y rica en proteína es perjudicial para el crecimiento de razas grandes ¿??
- La administración de analgésicos y condroprotectores mejora la calidad de vida y retrasa la progresión de la enfermedad.
- Ejercicio físico moderado y sobretodo regular, para desarrollar la musculatura y poder soportar mejor la mala congruencia articular. El esfuerzo excesivo producido por un ejercicio muy duro favorece un desgaste prematuro de la articulación coxofemoral.
- Mejorar el entorno: proporcionar al perro un buen colchón para dormir, no exponerlo al frío ni a la humedad.
- Si usted sospecha que su perro puede tener displasia de cadera, un diagnostico precoz es el mejor tratamiento. Cuando se diagnostica antes del primer año es posible operarla y mejorar mucho la enfermedad.